miércoles, 24 de noviembre de 2010

Libros subrayados, Ficciones


Una de las escuelas de Tlön llega a negar el tiempo: razona que el presente es indefinido, que el futuro no tiene realidad sino como esperanza presente, que el pasado no tiene realidad sino como recuerdo presente. Otra escuela declara que ha transcurrido ya todo el tiempo y que nuestra vida es apenas el recuerdo o reflejo crepuscular, y sin duda falseado y mutilado, de un proceso irrecuperable. Otra, que la historia del universo -y en ellas nuestras vidas y el más tenue detalle de nuestras vidas- es la escritura que produce un dios subalterno para entenderse con un demonio. Otra, que el universo es comparable a esas criptografías en las que no valen todos los símbolos y que sólo es verdad lo que sucede cada trescientas noches. Otra, que mientras dormimos aquí, estamos despiertos en otro lado y que así cada hombre es dos hombres.

no define la historia como una indagación de la realidad sino como su origen. La verdad histórica, para él, no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que sucedió. Las cláusulas finales —ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir— son descaradamente pragmáticas.

para que no supiera nunca que era un fantasma, para que se creyera un hombre como los otros le infundió el olvido total de sus años de aprendizaje.
No ser un hombre, ser la proyección del sueño de otro hombre ¡qué humillación incomparable, qué vértigo!
Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo.

Algunos moralistas razonaron que la posesión de monedas no siempre determina la felicidad y que otras formas de la dicha son quizá más directas.
Ninguna decisión es final, todas se ramifican en otras.
La Lotería en Babilonia

Quain solía argumentar que los lectores eran una especie ya extinta. No hay europeo (razonaba) que no sea un escritor, en potencia o en acto. Afirmaba también que de las diversas felicidades que puede ministrar la literatura, la más alta era la invención. Ya que no todos son capaces de esa felicidad, muchos habrán de contentarse con simulacros.
Aquel inverso mundo de Bradley, en que la muerte precede al nacimiento y la cicatriz a la herida y la herida al golpe.

A la desaforada esperanza, sucedió, como es natural, una depresión excesiva.
Si el honor y la sabiduría y la felicidad no son para mí, que sean para otros. Que el cielo exista, aunque mi lugar sea el infierno. Que yo sea ultrajado y aniquilado, pero que en un instante, en un ser, Tu enorme Biblioteca se justifique.
La certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos afantasma.

Lo cierto es que vivimos postergando todo lo postergable; tal vez todos sabemos profundamente que somos in—mortales y que tarde o temprano, todo hombre hará todas las cosas y sabrá todo.
Dormir es distraerse del mundo.
Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer.
Funes El Memorioso

el porvenir utópico y el intolerable presente;
Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los hombres. Por eso no es injusto que una desobediencia en un jardín contamine al género humano; por eso no es injusto que la crucifixión de un solo judío baste para salvarlo.

Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música…

Ciego a las culpas, el destino puede ser despiadado con las mínimas distracciones.
A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos.
que aquel contacto era ilusorio y que estaban como separados por un cristal, porque el hombre vive en el tiempo, en la sucesión, y el mágico animal, en la actualidad, en la eternidad del instante.

5 comentarios:

  1. Me interesò el primero, por la intangibilidad del presente (algo que ver con Dalì?), y la obra de Herbert.

    Las anotaremos.

    un abrazo.

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  2. Rossina, ¡Gracias por recordarme estos texos tan especiales! Te cuento que estoy yendo al homenaje a Tolstoi, en la Biblioteca Nacional. Hubo cosas interesantes y otras más o menos, pero siempre se aprende algo de un gran artista pensador. Cariños, Jacinta

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  3. Bien subrayado.
    No voy a ser tan suicida como para comentar.

    Besos.

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  4. en "las ruinas circulares" y en "El sur",subrayamos lo mismo.

    besos*

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