lunes, 21 de marzo de 2011

Uruguay en Letras

Mario Benedetti escribe,
Montevideo era verde en mi infancia
absolutamente verde y con tranvías...
y el Prado con caminos de hojas secas
y el olor a eucaliptus y a temprano.


La nostalgia se escurre de los libros
se introduce debajo de la piel
y esta ciudad sin párpados
este país que nunca sueña
de pronto se convierte en el único sitio
donde el aire es mi aire...
Juana de Ibarbourou reivindicaba
“la dicha de ser propiedad de una ciudad y de sentirla mi piel, mi sueño chiquito, mi insomnio gigante, mi esperanza de polvo, mi montaña de acontecimientos”.
Alejandro Dumas
Si por la noche, a través de las ventanas abiertas que derraman en las calles torrentes de luz y de armonía, oís el canto de los pianos o los gemidos del arpa, los trinos alegres de las cuadrillas o las notas melancólicas de las romanzas, es que estáis en Montevideo.
Montevideo no es solamente una ciudad; es un símbolo. No es solamente un pueblo; es una esperanza.


Y también Rubén Darío le dedicó algunos de sus versos,
Montevideo, copa de plata
llena de encantos y primores,
flor de ciudades, ciudad de flores,
de cielos mágicos y tierra grata.
Benedetti, describe un itinerario de su adolescencia,
Desde Punta Carretas, al viejo le quedaba relativamente cerca su trabajo. Pero a mí no me ocurría lo mismo con el Liceo Miranda. Tenía que tomar dos líneas de autobús, o un autobús y un tranvía, de modo que, salvo cuando llovía o estaba muy ventoso, prefería regresar a pie. Tomaba por Sierra, Jackson, Bulevar España, 21 de septiembre, Ellauri hasta la Penitenciaria... Alguna que otra tarde cambiaba mi itinerario y venía por Agraciada, Rondeau, hasta la Plaza Cagancha...
Jorge Luis Borges, en su cuento "Avelino Arredondo" publicado en "El libro de arena" en 1975, situó el único magnicidio de la historia del Uruguay ocurrido en Montevideo en 1897, en la puerta del Club Uruguay, a la salida de la Catedral, en la plaza Matriz, cuando mató Arredondo al presidente Idiarte Borda.

"Cada sábado los amigos ocupaban la misma mesa lateral en el Café del Globo, a la manera de los pobres decentes que saben que no pueden mostrar su casa o que rehuyen su ámbito"...
Y hay más: dos gauchos de Cerro Largo protagonizan "El otro duelo", cuento al que Borges atribuye al hijo del escritor uruguayo Carlos Reyles.

Abundó en menciones a "su otra tierra" también en su poesía.
En la "Milonga para los orientales", leemos: "Milonga que este porteño/ Dedica a los orientales,/ Agradeciendo memorias/ De tardes y de ceibales".
Años antes, en su poema "Montevideo", había escrito:
..."Puerta falsa en el tiempo, tus calles miran al pasado más leve./ Claror de donde la mañana nos llega, sobre las dulces aguas turbias./ Antes de iluminar mi celosía tu bajo sol bienaventura tus quintas./ Ciudad que se oye como un verso./ Calles con luz de patio".
Click aquí por "el costado oriental de Borges" y Borges y el Uruguay.
Neruda y Atlántida
"...Arenas de Datitla / junto / al abierto estuario / de La Plata, en las primeras / olas del gris Atlántico, / soledades amadas, / no sólo / al penetrante / olor y movimiento / de pinares marinos / me devolvéis / no sólo / a la miel del amor y su delicia, / sino a las circunstancias / más puras de la tierra: / a la seca y huraña / Flora del Mar, del Aire, / del Silencio."
Neruda la renombró como Datitla, y la casa que ocupaban con Matilde Urrutia está ubicada en la Rambla y calle 14.

"Y cuando/ de regreso/ brilló tu boca bajo los pinares/ de Datitla y arriba/ silbaron, crepitaron/ y cantaron/ extravagantes/ pájaros/ bajo la luna de Montevideo, entonces/ a tu amor he regresado/ a la alegría de tus anchos ojos;/ bajé, toqué la tierra/ amándote y amando/ mi viaje venturoso/".
Al puente ondulante de la Barra de Maldonado, en Punta del Este Neruda le escribe, "entre agua y aire brilla el puente curvo/ entre verde y azul las curvaturas"

5 comentarios:

  1. Pasear con los poetas, con Benedetti por ejemplo, es viajar por otros mundos con el mejor guía.

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  2. Rossina,gracias por tu visita,que me ha permitido llegar a tu casa.
    Me ha encantado ese "collage" de paisajes y sentimientos,que los grandes de la literatura han dedicado a Montevideo.
    Seguiré leyendo algunos de tus posts,porque veo que puedo seguir aprendiendo de la calidad de tus letras.
    Te dejo mi felicitación y mi abrazo inmenso desde Madrid,amiga.
    M.Jesús

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  3. Nunca estuve en Montevideo, pero es una de esas ciudades que despiertan mi curiosidad. La imagino cargada de simbolismos, y en blanco y negro. No llega a ser como Buenos Aires: "la capital de un imperio que nunca existió", pero seguro que vale la pena conocerla.

    Un saludo

    PD: Mis dos tangueros favoritos son uruguayos: Julio Sosa y Carlos Gardel.
    PD: Ahora, tras leer este post, no voy a resistirme a escuchar algo de Jaime Roos (tipo "El hombre de la calle", o similar)

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  4. me encanta el blog, me he llegado no sé de dónde vengo pero sé que he llegado para quedarme.
    Un abrazo desde la otra orilla.

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  5. Hola Rochitas, es un auténtico lujo leer el material de este taller de laberinto.
    Es una forma de conocer a autores hispanoamericanos de cerca, cuando antes
    les conocía muy superficialmente.Gracias Rochis, te estoy muy agradecida.

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