domingo, 12 de junio de 2011

Octubre del 67

"Consternados rabiosos", Mario Benedetti.

Vámonos,
derrotando afrentas
Ernesto CHE Guevara

Así estamos
consternados
rabiosos
aunque esta muerte sea
uno de los absurdos previsibles

da vergüenza mirar
los cuadros
los sillones
las alfombras
sacar una botella del refrigerador
teclear las tres letras mundiales de tu nombre
en la rígida máquina
que nunca
nunca estuvo
con la cinta tan pálida

vergüenza tener frío
y arrimarse a la estufa como siempre
tener hambre y comer
esa cosa tan simple
abrir el tocadiscos y escuchar en silencio
sobre todo si es un cuarteto de Mozart

da vergüenza el confort
y el asma da vergüenza
cuando tú comandante estás cayendo
ametrallado
fabuloso
nítido

eres nuestra conciencia acribillada

dicen que te quemaron con qué fuego
van a quemar las buenas
buenas nuevas
la irascible ternura
que trajiste y llevaste
con tu tos
con tu barro

dicen que incineraron
toda tu vocación
menos un dedo

basta para mostrarnos el camino
para acusar al monstruo y sus tizones
para apretar de nuevo los gatillos

así estamos
consternados
rabiosos
claro que con el tiempo la plomiza
consternación
se nos ira pasando
la rabia quedará
se hará más limpia

estás muerto
estás vivo
estás cayendo
estás nube
estás lluvia
estás estrella

donde estés
si es que estás
si estás llegando

aprovecha por fin
a respirar tranquilo
a llenarte de cielo los pulmones

donde estés
si es que estás
si estás llegando
será una pena que no exista Dios

pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
comandante.

Montevideo, Octubre de 1967
Che Guevara (Argentina 14 de junio de 1928 La Higuera, Bolivia, 9 de octubre de 1967)

Che
Yo tuve un hermano.

No nos vimos nunca pero no importaba.

Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.

No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.

Julio Cortázar


Usted perdone, Guevara

Hace un año, cuando Fidel Castro confirmó la muerte de Ernesto Che Guevara, publiqué en la revista Cuba las siguientes líneas:
"El decir está tan gastado que produce pudor reiterarlo. Desde los periodistas con prisa hasta los quiméricos compadritos de Jorge Luis Borges: 'Murió en su ley'. También, no importa el abuso, 'Murió con las botas puestas'.
Pero la porfía del Che, profetizamos, es inmortal. Trepando, desembarazándose de tanta literatura, lágrimas y sentimentalina arrojadas encima de su pecho asesinado, Che Guevara está hoy otra vez -y van tantas- de pie, repartiendo rostros y metralletas entre ansiosos, resueltos checitos nacidos de su muerte y resurrección.
Atravesando palabras inútiles y diagnósticos torcidos. Che Guevara va viniendo, va llegando".
Desde entonces, mucho ha sucedido, mucho se ha publicado sobre el tema; sólo me dieron motivos estéticos para modificar lo anterior. Pero aquí, en Santa María, desde donde escribo, país subdesarrollado, carente aún de 383a a 383b, la gente se está haciendo xenófoba. Reparan en que el Che era argentino, hizo la revolución en Cuba, fue muerto en Bolivia. Para corregir ese error, para no vivir de espaldas a las prepotencias, los tira y afloja (más de lo último), les pido la hora y los aplazamientos que decoran el panorama político de Santa María, vuelvo a copiar y me enmiendo. Alzando la puntería, elijo ahora a Pío Baroja:
"Pueblo de los discretos, espejo de los prudentes, encrucijada de los ladinos, vivero de los sagaces, enciclopedia de los donosos, albergue de los que no se duermen en las pajas, espelunca de los avisados, cónclave de los agudos, sanhedrín de los razonables...".
Es que este don Pío, además de humilde y errante, era un hombre arbitrario y cerrado; la antipatía que le causaban los franceses le hizo olvidar una frase de Chateaubriand:
"Hay cierta época en la que no se debe derrochar el desprecio, a causa del considerable número de necesitados".
Por las eruditas transcripciones:

Juan Carlos Onetti



(Publicado en Marcha, 11-X-68, página 31.)

2 comentarios:

  1. Y esta paradoja del mercado lo ha transformado en un ícono de la moda y de cuanto idiota se lo pone delante del pecho como un atavío que cubre su propia estupidez. El honor encarna su nombre y también el sentimiento de que algo mejor podría ser este mundo. Qué forma podría darse desde un prisma pulido, una oración perfecta o un verso que acumule el saber del buen escriba, es sólo un albur intrascendente, en mi opinión. Nadie puede olvidarlo a él, aunque sospecho que se han olvidado de sus motivos y eso es lo más preocupante. No es la derrota la alternativa más triste, sino el olvido de las razones de la lucha. Es frase mía. Besos, placer pasar por acá aunque a veces (como en todas las entradas del budismo, jugosas por cierto) no deje comentarios.

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  2. Interesante post, escribes muy bien.
    bonito blog, un placer pasar por tu casa.
    que tengas una buena semana.
    un abrazo.

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