Alfredo Zitarroza
Cuando Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo, su amigo Juceca subió con él hasta los portones del Paraíso, por no dejarlo solo en esos trámites.
Cuando Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo, su amigo Juceca subió con él hasta los portones del Paraíso, por no dejarlo solo en esos trámites.
Y cuando volvió, nos contó lo que había escuchado.
San Pedro preguntó nombre, edad, oficio.
--Cantor-- dijo Alfredo.
El portero quiso saber: cantor de qué.
--Milongas-- dijo Alfredo.
San Pedro no conocía. Lo picó la curiosidad, y mandó:
--Cante.
Y Alfredo cantó. Una milonga, dos, cien.
San Pedro quería que aquello no acabara nunca.
La voz de Alfredo, que tanto había hecho vibrar los suelos, estaba haciendo vibrar los cielos.
Entonces Dios, que andaba por ahí pastoreando nubes, paró la oreja.
Y ésa fue la única vez que Dios no supo quién era Dios.
Eduardo Galeano - El cantor.
Borges
"El fútbol es popular porque la estupidez es popular". "Once jugadores contra otros once corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos".
"La idea que haya uno que gane y que el otro pierda me parece esencialmente desagradable. Hay una idea de supremacía, de poder, que me parece horrible".
"El fútbol en sí no le interesa a nadie. Nunca la gente dice 'qué linda tarde pasé, qué lindo partido vi, claro que perdió mi equipo'. No lo dice porque lo único que interesa es el resultado final. No disfruta del juego".
“Que raro que nunca se le haya echado en cara a Inglaterra haber llenado el mundo de juegos estúpidos, deportes puramente físicos como el fútbol. El fútbol es uno de los mayores crímenes de Inglaterra".
Borges era un enemigo número uno del fútbol, y lo demostró durante la realización del Mundial de 1978, precisamente en su país. El día que Argentina debutaba en la Copa, se le ocurrió realizar una conferencia sobre el tema de la inmortalidad, con el único fin de dar la espalda a tal acontecimiento.
Eduardo Galeano
Borges
"El fútbol es popular porque la estupidez es popular". "Once jugadores contra otros once corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos".
"La idea que haya uno que gane y que el otro pierda me parece esencialmente desagradable. Hay una idea de supremacía, de poder, que me parece horrible".
"El fútbol en sí no le interesa a nadie. Nunca la gente dice 'qué linda tarde pasé, qué lindo partido vi, claro que perdió mi equipo'. No lo dice porque lo único que interesa es el resultado final. No disfruta del juego".
“Que raro que nunca se le haya echado en cara a Inglaterra haber llenado el mundo de juegos estúpidos, deportes puramente físicos como el fútbol. El fútbol es uno de los mayores crímenes de Inglaterra".
Borges era un enemigo número uno del fútbol, y lo demostró durante la realización del Mundial de 1978, precisamente en su país. El día que Argentina debutaba en la Copa, se le ocurrió realizar una conferencia sobre el tema de la inmortalidad, con el único fin de dar la espalda a tal acontecimiento.
Eduardo Galeano
Los tres, brillantes. Me quedo con el dedicado a Cortázar,con ese sueño de la casa de las palabras...pura poesía!
ResponderEliminarUn abrazo
Indudablemente al recordar nuestras libros siempre hallamos referencia a un tiempo, a un hecho, a un momento positivo o no que coincide con el disfrute de esas palabras y de esos genios que con ellas nos trasladaban a otros mundos, a otras vidas. Llegué a Galeano a través de "Las venas abiertas de América Latina". Preparaba entonces un trabajo para la universidad y lo tenía como bibliografía.
ResponderEliminarY fue este libro el que, aconsejada por un profesor, tuve que abandonar, en un descampado escondido entre malezas, una tarde cuando se me dijo que la censura lo tenía catalogado como literatura subversiva-
Y si digo abandonar y no tirar, fue porque precisamente sentí que lo abandonaba. Sentí la ingratitud de su orfandad.
A partir de entonces no he dejado de disfrutarlo.
un abrazo
Querida Rochie, no sé cual es el error(Betty_riocuarto) pero el comentario anterior me pertenece aunque mi cuenta de Blogger me haya hecho alguna travesura
ResponderEliminarBesos
Beatriz
¡Hola!
ResponderEliminarCreo que a Dios, no le gusta el fútbol.
A mi tampoco.
Salud y fuerza.
J.M. Ojeda.
Tiendo también a mezclar sueños y escritura, sueños y escritores, ya le conté algunos, los referidos por Galeano son además un homenaje perfecto para Cortazar; en cuanto a las milongas siempre me extrañó que acá se usara esta palabra para significar una mentira fantasiosa, y luego la fama se la lleva el tango...Borges creo que prefería también las milongas; y confieso que el fútbol sí me gusta, como juego, (no como negocio y arrastra-masas, no como tema de conversación), todos los domingos juego con mis sobrinos un partido, es completamente absurdo pero me gusta, ¡es inaudito estar en desacuerdo con Borges por una vez!
ResponderEliminarME ALEGRO DE ESOS PARTIDOS DOMINICALES. ESTA MB. YO COINCIDO MUCHO CON ÉL. SALVO POR MI PASIÓN CELESTE.
ResponderEliminarMe quedo así, disfrutando de su agraciada forma de describir. Galeano nos regala, con su aire montevideano, que nunca parece sufrir de apremios, semblanzas de pares para que entendamos de una vez que esas diferencias nos enriquecen. Para muestra sobra su referencia sobre Borges, él que justamente considera al fútbol como la religión de Uruguay; y de la que no abjura, por cierto. Besos.
ResponderEliminarMe parece que Borges, a veces,se tomaba la vida demasiado en serio, también es recomendable perder el tiempo en banalidades de lo mas entretenidas, el ver perseguir una pelota por 1 hora y media no sabes lo relajada que te puede dejar, el emocionarnos aún como niños compartiendo con los amigos...
ResponderEliminarBesos
Divinos comentarios y por demás enriquecedores en nuestras diferencias, María y Mr. Noya!
ResponderEliminarPodríamos ensayar definirnos en pequeñas síntesis de lo que consideramos nuestras más elocuentes diferencias del resto de los mortales.
¿Qué les parece?