domingo, 19 de abril de 2015

Al Maestro...


Este es nuestro archivo frases. Aquí podemos agregar aquellos que consideramos los mejores decires de nuestro sentipensante Maestro Galeano.



Ese día, el 10 de marzo, él aún estaba entre nosotros. Decidimos reunirnos en su nombre, bautizarnos Los fueguitos, contárselo. Nunca pensamos que partiría, que se elevaría, dejándonos más solos, menos contentos... Hoy ya hace una semana. Faltan solo ochos horas. Pasaron muchas cosas. Me tomé un barco, me despedí. le arrojé flores color fuego, abracé a Pepe y a Lucía, a Daniel Viglietti, conocí a mucha gente que lo aprecia tanto o más que yo. Somos día a día más y más fueguitos. Hoy 20 de abril de 2015: 1451... unidos por su legado, difundiendo su obra.
Estas son las frases que desde el 10 de marzo, hemos ido citando.
1- Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

2- Mirá pibe. Si Beethoven hubiera nacido en Tacuarembó, hubiera llegado a ser director de la banda del pueblo.

3- Yo creo que fuimos nacidos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos...

4- No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

5- La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

6- Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.

7- Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.

8- Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.

9-No te tomes en serio nada que no te haga reír", me aconsejó alguna vez un amigo brasileño. Y el lenguaje popular se toma en serio los delirios de don Quijote y expresa la dimensión heroica que la gente ha otorgado a este antihéroe. Hasta el Diccionario de la Real Academia Española lo reconoce así. Quijotada es, según el diccionario, "la acción propia de un quijote" y quijote es aquel que "antepone sus ideales a su conveniencia y obra desinteresada y comprometidamente en defensa de causas que considera justas, sin conseguirlo.

10- Julio contaba que las emociones de los vivos llegan a los muertos como si fueran cartas, y que él había querido volver a la vida por la mucha pena que le daba la pena que su muerte nos había dado. 
Además, decía, estar muerto es una cosa que aburre. Julio decía que andaba con ganas de escribir algún cuento sobre eso.11- A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba-abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder.
Eduardo Galeano
fuente: Patas Arriba

12- Pobres contra pobres, como de costumbre: la pobreza es una manta demasiado corta, y cada cual tira para su lado.Eduardo Galeano
13- Quien no tiene miedo al hambre tiene miedo a la comida. Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.

14- Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.
Eduardo Galeano
Eduardo Galeano
fuente: Patas Arriba

15- "Los cuerpos, abrazados, van cambiando de posición mientras dormimos, mirando hacia aquí, mirando hacia allá, tu cabeza sobre mi pecho, el muslo mio sobre tu vientre, y a girar los cuerpos va girando la cama y giran el cuarto y el mundo. "No, no -me explicás, creyéndote despierta-. Ya no estamos ahí. Nos mudamos a otro país mientras dormíamos"...
Días y noches de amor y de guerra - Eduardo Galeano.
16- Los científicos dicen que estamos hechos de átomos pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias.
Eduardo Galeano - El libro de los abrazos17-La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo.18- De los muchachos que por entonces conocí en las montañas ¿quién queda vivo?4.Conversación que no sé si escuché o imaginé en aquellos días:- Una revolución de mar a mar. Todito el país alzado . Y lo pienso ver con estos mis ojos...-¿Y se cambiará todo, todo?-Hasta las raíces.-¿Y ya no habrá que vender los brazos por nada?-Ni modo, pues.-¿Ni aguantar que lo traten a uno como a una bestia?-Nadie será dueño de nadie.-¿Y los ricos?-No habrá más ricos..-¿Y quién nos va a pagar a los pobres, entonces, las cosechas?-Es que tampoco habrá pobres. ¿No ves?-Ni ricos ni pobres.-Ni pobres ni ricos.-Pero entonces se va a quedar sin gente Guatemala. Porque aquí, sabés vos, el que no es rico, es pobre.Eduardo Galeano - Días y noches de amor y de guerra.Si me caí es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena aunque te caigas.Eduardo Galeano - Espejos.19- "Las únicas certezas que valen la pena, son las que desayunan dudas cada mañana" 20- Si me caí es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena aunque te caigas.Eduardo Galeano - Espejos.21- Cuando mira una montaña Doña Migues quisiera atravesarla con la mirada, para entrar al otro lado del mundo. Cuando mira su infancia, ella también quisiera atravesar esos años idos, para entrar al otro lado del tiempo.Al otro lado del tiempo está la abuela. En su casa de Córdoba la abuela escondía algunas cajas secretas. A veces, cuando Miriam y ella estaban a solas, y no había peligro de que algún intruso asomara la nariz, la abuela entreabría sus tesoros y dejaba que la nieta viera. Aquellas lentejuelas, medallitas, plumas de pájaros, llaves viejas, palillos de ropa, cintas de colores, hojas secas y recortes de revistas parecían cosas; pero las dos sabían que eran mucho más que cosas. Cuando la abuela murió, todo eso desapareció, quizá quemado o arrojado a la basura. Miriam tiene, ahora, sus propias cajas secretas. A veces las abre.
Eduardo Galeano - Bocas del tiempo.

22- El mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y ya sabrá cada quien de qué lado quiere o puede estar...
Eduardo Galeano.23- Me preguntaban como era el mar. Yo les contaba que en boca de los pescadores, el mar es siempre mujer y se llama la mar. Que es salada y cambia de color..." fragmento de la tierra nos puede comer cuando quiera"E.Galeano24- Todavía me quedan cosas por hacer: me reuní con las estrellas, pero no pude contarlas. Saque agua del pozo, pero no pude ofrecerla. Nunca volvió.-Pag.20.Texto Los Hijos de los Días.25- Quien no se hace el vivo va muerto. Estás obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido. Tiempo del qué me importa, el qué le vas a hacer, el no te metás, el sálvese quien pueda. Tiempo de los tramposos: la producción no rinde, la creación no sirve, el trabajo no vale. En el Río de la Plata, llamamos 'bobo' al corazón. Y no porque se enamora: lo llamamos 'bobo' por lo mucho que trabaja.Eduardo Galeano - "El libro de los abrazos"26-La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será.Eduardo Galeano - Las venas...27- Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Rovadloff, lo llevó a descubrirla.Viajaron al sur.Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre: -¡Ayúdame a mirar!Eduardo Galeano - La función del arte/1 - El libro de los abrazos.28- Hace poquito yo tuve, sufrí una tragedia para mí, que se murió mi compañero Morgan, mi perro, mi compañero de paseos, el que me acompañaba también escribiendo, porque cuando yo ya llevaba dieciocho horas escribiendo Morgan con su pata venía y me decía "vení, vamos, nos vamos, vení, vamos a pasear juntos, la vida no termina aquí en los libros", y nos íbamos los dos, y se murió. Así que yo andaba con muy mala música en el alma. La pérdida de Morgan fue muy importante para mí, me arrancó un pedazo del alma.Y estaba así, muy triste y salí a caminar por acá por el barrio, era temprano a la mañana no me podía dormir y salí a caminar y me crucé con una nenita chiquita que debía de tener dos años, no más de dos, y venía saludando al pasto, al pastito, a las plantitas: Buen día, pastito.  O sea, a esa esa edad somos todos poetas somos todos paganos, después el mundo se ocupa de achicarnos el alma, eso que llamamos crecimiento desarrollo.29- La noche/4Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.la luna tiene dos noches de edadYo, una.
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Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo y a la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana, y dijo que somos un mar de fueguitos.- El mundo es eso - reveló-. un montón de gente, un mar de fueguitos. No hay dos personas iguales. Cada persona brilla con la luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay gente de fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas; algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros, otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende. "

Eduardo Galeano - Dos fragmentos de El libro de los abrazos.
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31-Recordar: del latín "re-cordis", volver a pasar por el corazón.

Eduardo Galeano - El libro de los abrazos.

32- Montevideo es una ciudad que elijo, es la ciudad donde nací además, pero uno no esta condenado a elegir el lugar donde nació, y la elijo porque es respirable y caminable o sea todavía se puede respirar y se puede caminar. Son dos lujos difíciles en el mundo de hoy y desde que yo era chiquito la maestra me decía: respirá, Eduardito, que es importante. Soy muy caminante, me gusta mucho caminar.
Camino la vida, me gusta caminar a la orilla del agua de esto que llamamos mar, pero que es río mar. Camino horas y horas y así me ahorro una fortuna de psicoanálisis"...Eduardo Galeano - Entrevista.33- Tiempo de los camaleones: nadie ha enseñado tanto a la humanidad como los estos humildes animalitos.Se considera culto a quien bien oculta, se rinde culto a la cultura del disfraz. Se habla el doble lenguaje de los artistas del disimulo. Doble lenguaje, doble contabilidad, doble moral: una para decir, otra moral para hacer.La moral para hacer se llama realismo.La ley de la realidad es la ley del poder. Para que la realidad no sea irreal, nos dicen los que mandan, la moral debe ser inmoral.
Eduardo Galeano - El sistema 2 - El libro de los abrazos.34- Mujer que dice Chau
Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Republicana y una revista vieja que dejaste aquí. Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril. Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas. También llevo una hoja de acacia recogida en la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente. Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito como ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ese fue el día en que empezó la suerte.Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas decíamos, todas las cosas cada vez mejores que nos van a pasar).No me llevo ni una sola gota de veneno. Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). Y un asombro por todo esto que ninguna carta, ninguna explicación, puede decir a nadie lo que ha sido.

35- Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto:
-La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan los que somos.
Eduardo Galeano - La uva y el vino - El libro de los abrazos.

36- Ese hombre, o mujer, está embarazado de mucha gente. La gente se le sale por los poros. Así lo muestran, en figuras de barro, los indios de Nuevo México: el narrador, el que cuenta la memoria colectiva, está todo brotado de personitas.
La pasión de decir/2 - El libro de los abrazos.

37- En el Perú, una maga me cubrió de rosas rojas y después me leyó la suerte. La maga me anunció:
-Dentro de un mes, recibirás una distinción.Yo me reí. Me reí por la infinita bondad de esa mujer desconocida, que me regalaba flores y augurios de éxito, y me reí por la palabra distinción, que tiene no sé qué de cómica y porque me vino a la cabeza un viejo amigo del barrio, que era muy bruto pero certero, y que solía decir, sentenciando, levantando el dedito: A la corta o a la larga, los escritores se hamburguesan. Así que me reí; y la maga se rió de mi risa.Un mes después, exactamente un mes después, recibí en Montevideo un telegrama. En Chile, decía el telegrama, me habían otorgado una distinción. Era el premio José Carrasco.
Profecías 1 - El libro de los abrazos.

38- Helena soñó con las que habían guardado el fuego. Lo habían guardado las viejas, las viejas muy pobres, en las cocinas de los suburbios; y para ofrecerlo les bastaba con soplarse, suavecito, la palma de a mano.
Profecías/2 - El libro de los abrazos.

39- "...con tantas personas perdidas, llorar por las cosas sería faltarle el respeto al dolor.." 
E. Galeano  - Dias y Noches de Amor y de Guerra

40- Los Hijos
"Hace once años, en Montevideo, yo estaba esperando a Florencia en la puerta de la casa. Ella era muy chica; caminaba como un osito. Yo la veía poco. Me quedaba en el diario hasta cualquier hora y por las mañanas trabajaba en la Universidad. Poco sabía de ella. La besaba dormida, a veces le llevaba chocolatines o juguetes.La madre no estaba aquella tarde, y yo esperaba en la puerta de la casa el ómnibus que traía a Florencia de la jardinería.Llegó muy triste. No hablaba. En el ascensor hacía pucheros. Después dejó que la leche se enfriara en el tazón. Miraba el piso.La senté en mis rodillas y le pedí que me contara. Ella negó con la cabeza. La acaricié, la besé en la frente. Se le escapó alguna lágrima. Con el pañuelo le sequé la cara y la soné. Entonces volví a pedirle:- Andá, decime.Me contó que su mejor amiga le había dicho que no la quería.Lloramos juntos, no sé cuánto tiempo, abrazados los dos, ahí en la silla.Yo sentía las lastimaduras que Florencia iba a sufrir a lo largo de los años y hubiera querido que Dios existiera y no fuera sordo, para poder rogarle que me diera todo el dolor que le tenía reservado."

41- Una mañana, nos regalaron un conejo de Indias. Llegó a casa enjaulado. Al mediodía, le abrí la puerta de la jaula.
Volví a casa al anochecer y lo encontré tal como lo había dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto a la libertad.
El miedo - El libro de los abrazos.

42- EL HOMBRE QUE SUPO CALLAR
Juan Rulfo dijo lo que tenía que decir en pocas páginas, puro hueso y carne sin grasa, y después guardó silencio. En 1974, en Buenos Aires, Rulfo me dijo que no tenía tiempo para escribir como quería, por el mucho trabajo que le daba su empleo en la administración pública. Para tener tiempo necesitaba una licencia y la licencia había que pedírsela a los médicos. Y uno no puede, me explicó Rulfo, ir al médico y decirle: "Me siento muy triste", porque por esas cosas no dan licencia los médicos.
Eduardo Galeano - Días y Noches de Amor y de Guerra.

43- Los amantes
(Eduardo Galeano - Augusto Blanca)Silba el viento dentro de mí.Estoy desnudo.Dueño de nada, dueño de nadie,ni siquiera dueño de mis certezas,soy mi cara en el viento, y a contraviento,y soy el viento que me golpea la cara.
El pulpo tiene los ojosdel pescador que amenaza.
No hay esperado que no sea esperador,ni amante que no sea boca y bocado,devorador devorado.
Es de tierra el hombreque será comido por la tierra.
El miedo seca la boca,moja las manos y mutila.El miedo de no sabernos condena a la impotencia.
Hay un único lugardonde ayer y hoy se encuentran,se reconocen y se abrazan.Ese lugar es mañana.

44- Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.
En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.
Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.
Fernando se acercó y el nño lo rozó con la mano:
-Decile a...-susurró el niño-. Decile a alguien, que yo estoy aquí.
Nochebuena  - El libro de los abrazos.

45- Se le habían roto los cristales de los anteojos y se le habían perdido las llaves. Ella buscaba las llaves por toda la ciudad, a tientas, en cuatro patas, y cuando por fin las encontraba, las llaves le decían que no servían para abrir puertas.
Los sueños del fin del exilio / 3 - El libro de los abrazos.

46- En Montevideo, en el barrio Brazo Oriental:
Estamos aquí sentados mirando cómo nos matan los sueños.
Y en la escollera, frente al puerto montevideano del Buceo.
Mojarra, no sé puede vivir con miedo toda la vida.
En letras rojas, a lo largo de toda una cuadra de la avenida Colón, en Quito:
¿Y si entre todos le damos una patada a esta gran burbuja gris?
Dicen las paredes/3 - El libro de los abrazos.

47- Los cuentacuentos, los cantacuentos,solo pueden contar mientras la nieve cae. Así manda la tradición. Los indios del norte de América tienen mucho cuidado con este asunto de los cuentos. Dicen que cuando los cuentos suenan, las plantas no se ocupan de crecer y los pájaros olvidan la comida de sus hijos.
Ventana sobre la palabra I - Las palabras andantes.

48- Nombre y apellido?
No hubo respuesta.
El jefe de policía dio tres golpecitos en el pecho.
-¿Estás muerto?
Cándido yacía en silencio. La autoridad lo declaró cadáver.
con los ojos en blanco, mirándose las cejas, Cándido pensaba. Un único pensamiento o nubecita le flotaba sobre la cabeza. ¿Y si entierran el cajón conmigo adentro?
Historia del zapatero que huyó de los acreedores - Las palabras andantes.

49- No puede mirar la luna sin calcular la distancia.
No puede mirar un árbol sin calcular la leña.
No puede mirar un cuadro sin calcular el precio.
No puede mirar el menú sin calcular las calorías.
No puede mirar un hombre sin calcular la ventaja.
No puede mirar una mujer sin calcular el riesgo.

Ventana sobre un hombre de éxito - Las palabras andantes.

50- El hijo de Pilar y Daniel Weinberg fue bautizado en la costanera. Y en el bautismo le enseñaron lo sagrado.
Recibió una caracola:-Para que aprendas a amar el agua.Abrieron la jaula de un pájaro preso:-Para que aprendas a amar el aire.Le dieron una flor de malvón:-Para que aprendas a amar la tierra.Y también le dieron una botellita cerrada:No la abras nuca, nunca, para que aprendas a amar el misterio.

La llegada - Las palabras andantes.

51- ¿Qué sería de nosotros si existiera de veras el “Juicio Final”? No el “Juicio Final” como me lo contaron en el catecismo cuando yo era chico, no, no ese, sino el juicio final que la especie humana merece, un juicio final con un tribunal de jueces con patas, con ramas, con picos, un “Tribunal de la Naturaleza” con hojas, con raíces; que nos acusen con sus ramas, con sus patas, con sus picos, diciendo:
–¿Pero en qué supermercado se compraron el mundo ustedes los humanos?–¿Pero qué se creen que es esto?–¿Qué dios o diablo les otorgó a ustedes el derecho de maltratarnos, el derecho de asesinarnos, de herirnos, de despreciarnos?–Y, sobre todo, el título de propiedad del planeta, ¿quién se los dio?Una historia casi universal - Espejos.52 - Billie,la que a los catorce años lograba el milagro del silencio en los ruidosos puteros de Harlem donde cambiaba música por comida,la que bajo la falda escondía una navaja,la que no supo defenderse de las palizas de sus amantes y sus maridos,la que vivió presa de las drogas y de la cárcel,la que tenía el cuerpo hecho un mapa de pinchazos y cicatrices,la que siempre cantaba como nunca.
Una historia casi universal - Espejos.

52- En Cajamarca, enero es tiempo de tejer.
En febrero aparecen las flores delicadas y las fajas coloridas. Los ríos suenan, hay carnaval.
En marzo ocurre la parición de las vacas y las papas.
En abril, tiempo del silencio, crecen los granos del maíz.
En mayo, se cosecha.
En los secos días de junio, se prepara la tierra nueva.
Hay fiesta en juilo, y hay bodas, y los abrojos del Diablo asoman en los surcos.
Agosto, cielo rojo, es tiempo de vientos y de pestes.
En luna madura, no en luna verde, se siembra en setiembre.
Octubre suplica a Dios que suelte las lluvias.
En noviembre, mandan los muertos.
En diciembre la vida celebra.

Los meses - Las palabras andantes.

53- La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio.
Los indios makiritare saben que si dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento.
La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando creaba, y cantando decía:
Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca dejarán de nacer, porque la muerte es mentira.

La creación -  Memorias del fuego.

54- El sol nunca cesaba de alumbrar y los indios cashinahua no conocían la dulzura del descanso.
Muy necesitados de paz, exhaustos de tanta luz, pidieron prestada la noche al ratón. Pero la noche del ratón alcanzó apenas para comer y fumar un rato frente al fuego.Probaron entonces la noche del tapir. Cuando despertaron, había pasado tanto tiempo que las malezas del monte habían invadido sus cultivos y aplastado sus casas.Después de mucho buscar, se quedaron con la noche del tatú. Se la pidieron prestada y no se la devolvieron jamás.El tatú, despojado de la noche, duerme durante el día.

La noche - Memoria del fuego.

55- El cuervo que reina ahora desde lo alto de la nación haida, era nieto del gran jefe que hizo al mundo.
Llegó el cuervo a las islas. Escuchó voces humanas y pidió comida. Se la negaron. Amenazó con romper la caja de madera:
-Si se escapa el día, que tengo aquí guardado, jamás se apagará el cielo -advirtió-. Nadie podrá dormir, ni guardar secretos, y se sabrá quién es gente, quién es pájaro y quién es bestia del bosque.
Se rieron. El cuervo rompió la caja y estalló la luz en el universo.

El día - Memorias del fuego.

56- La sangre de Cristo se vende por cucharadas.


57-Antes de encender el fuego que lo reduciría a carbón y ceniza, un sacerdote le promete gloria y eterno descanso si acepta bautizarse. Hatuey pregunta: —En ese cielo, ¿están los cristianos? —Sí. Hatuey elige el infierno y la leña empieza a crepitar.


58- El burócrata es el hombre de madera, nacido por equivocación de los dioses, que lo hicieron sin sangre, sin aliento ni desaliento, y sin ninguna palabra que decir. Tiene eco, pero no tiene voz. Sabe transmitir órdenes, no ideas. Considera cualquier duda una herejía.

Tres frases de Memoria del fuego.
59- La gente, hecha de maíz, hace el maíz. La gente, creada de la carne y los colores del maíz, cava una cuna para el maíz y lo cubre de buena tierra y lo limpia de malas hierbas y lo riega y le habla palabras que lo quieren. Y cuando el maíz está crecido, la gente de maíz lo muele sobre la piedra y lo alza y lo aplaude y lo acuesta al amor del fuego y se lo come, para que la gente de maíz siga el maíz caminando sin morir sobre la tierra.
Los ciclos - Las palabras andantes.

60- Un buen día la alcaldía le encargó un gran caballo para una plaza de la ciudad. Un camión trajo al taller el bloque gigante de granito. El escultor empezó a trabajarlo, subió a una escalera, a golpes de martillo y cincel. Los niños lo miraban hacer. 
Entonces los niños partieron de vacaciones, rumbo a las montañas o el mar. Cuando regresaron, el escultor les mostró el caballo terminado. Y uno de los niños, con ojos muy abiertos, le preguntó: 

-Pero... ¿Cómo sabías que adentro de aquella piedra había un caballo?

La historia del arte - Días y noches de amor y de guerra.
60-Oriol Valls, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo. Después de salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a alguien.Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos.Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos. A eso, así de simple, se reduce todo: entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje.
El viaje - Eduardo Galeano

61 No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su
viaje,a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto,nosarranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque seajubilosodolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porquenaceres una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman enFrancia a laculminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta yperdiéndonosnos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeñamuerte, la llaman;pero grande , muy grande ha de ser, si matándonos nosnace.
La pequeña muerte - Eduardo Galeano.

62- La Iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina.La publicidad dice: El cuerpo es un negocio.El cuerpo dice: Yo soy una fiesta.

Ventana sobre el cuerpo - Las palabras andantes

63- Honda raíz, alto tronco, florida ramazón: clavado en el centro del mundo se alza un árbol sin espinas, un árbol de esos que saben darse a los pájaros. En torno al árbol giran las parejas bailanderas, ombligo contra ombligo, ondulando al ritmo de una música que despierta a las piedras y enciende el hielo. Mientras bailan, los danzantes van vistiendo y desvistiendo el árbol con largas cintas de todos los colores.En la atormentada costa de Nicaragua, sometida a invasión continua, a continuos bombardeos, se celebra como siempre esta fiesta del Palo de Mayo.El árbol de la vida sabe que jamás cesará, pase lo que pase, la música caliente que gira a su alrededor. Por mucha muerte que venga, por mucha sangre que corra, los hombres y las mujeres serán por la música bailados mientras sean por el aire respirados y por la tierra arados y amados.

Volando - El siglo del viento.

64- Es mediodía y James Baldwin está caminando con un amigo por las calles del sur de la isla de Manhattan. La luz roja los detiene en una esquina.—Mira —le dice el amigo señalando el suelo.Baldwin mira. No ve nada.—Mira, mira.Nada. Allí no hay nada que mirar, nada que ver. Un cochino charquito de agua contra el borde de la acera y nada más. Pero el amigo insiste:—¿Ves? ¿Estás viendo?Y entonces Baldwin clava la mirada y ve. Ve una mancha de aceite estremeciéndose en el charco. Después, en la mancha de aceite ve el arco iris. Y más adentro, charco adentro, la calle pasa, y la gente pasa por la calle, los náufragos y los locos y los magos, y el mundo entero pasa, asombroso mundo lleno de mundos que en el mundo fulguran; y así gracias a un amigo, Baldwin ve, por primera vez en su vida ve.

Aprendiendo a ver - Memoria del fuego.

65- A la Exposición Universal de París de 1867, llegan los óleos sobre tela que el Ecuador envía. Todos los cuadros son copias exactas de las obras más famosas de la pintura europea. El catálogo exalta a los artistas ecuatorianos, que si no tienen gran valor de originalidad, tienen al menos el mérito de reproducir, con fidelidad notable, las obras maestras de la escuela italiana, española, francesa y flamenca.
Mientras tanto, otro arte florece en los mercados indios y en los suburbios populares del Ecuador. Es la despreciada tarea de manos capaces de transformar en hermosura al barro y la madera y la paja, la pluma de pájaro y la concha de mar y la miga de pan. Ese arte se llama, como pidiendo discupas, artesanía. No lo hacen los académicos, sino las pobres gentes que comen corazones de pulga o tripas de mosquito.

Ser o  copiar - Memoria del fuego.

66- Helena me humilla cada mañana, a la hora del desayuno, contándome sus sueños prodigiosos.
Ella entra en la noche como en un cine, y cada noche un sueño nuevo la espera.
Mientras ella cuenta, yo bebo mi café en silencio.
Más me vale callar. Los pocos sueños míos que logro recordar son de una bochornosa estupidez.
Para vengarme, escribo los sueños que ella vuela.
Aquí están, reunidos, fugitivos de las páginas de mis libros que ellos, los sueños, han mejorado tanto.
Las obras de Isidro lo acompañan, de la mejor manera.

Prólogo - Los sueños de Helena.

67- Ni diez personas iban a los últimos recitales del poeta español Blas de Otero. Pero cuando Blas de Otero murió, muchos miles de personas acudieron al homenaje fúnebre que se le hizo en una plaza de toros de Madrid. Él no se enteró.

La muerte - El libro de los abrazos.

68- Cesar Vallejo
Era el medio siglo de la muerte de César Vallejo, y hubo celebraciones. En Espańa, Julio Vélez organizó conferencias, seminarios, ediciones y una exposición que ofrecía imágenes del poeta, su tierra, su tiempo y su gente. Pero en esos días Julio Vélez conoció a José Manuel Castańón; y entonces todo homenaje le resultó enano. José Manuel Castańón había sido capitán en la guerra espańola. Peleando por Franco había perdido una mano y había ganado algunas medallas. Una noche, poco después de la guerra, el capitán descubrió, por casualidad, un libro prohibido. Se asomó, leyó un verso, leyó dos versos, y ya no pudo desprenderse. El capitán Castańón, héroe del ejército vencedor, pasó toda la noche en vela, atrapado, leyendo y releyendo a César Vallejo, poeta de los vencidos. Y al amanecer de esa noche, renunció al ejército y se negó a cobrar ni una peseta más del gobierno de Franco. Después, lo metieron preso; y se fue al exilio.

El libro de los abrazos.

69- A la casa de los nombres acudían, queriendo llamarse, las personas y los bichos y las cosas. Los nombres tintineaban, ofreciéndose: prometían buenos sones y ecos largos. La casa estaba siempre llena de personas y bichos y cosas probándose nombres. Helena sońó con la casa de los nombres y allí descubrió a la perrita Pepa Lumpen, que andaba en busca de un nombre más presentable.

Nombres/1 - El libro de los abrazos.

70- Sí, sí, por lastimado y jodido que uno esté, siempre puede uno encontrar contemporáneos en cualquier lugar del tiempo y compatriotas en cualquier lugar del mundo. Y cada vez que eso ocurre, y mientras eso dura, uno tiene la suerte de sentir que es algo en la infinita soledad del universo: algo más que una ridícula mota de polvo, algo más que un fugaz momentito.

Profesión de fe - El libro de los abrazos.

71-
Eduardo Galeano.
Cuando Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo, su amigo Juceca subió con él hasta los portones del Paraíso, por no dejarlo solo en esos trámites.
Y cuando volvió, nos contó lo que había escuchado.
San Pedro preguntó nombre, edad, oficio.
--Cantor-- dijo Alfredo.
El portero quiso saber: cantor de qué.
--Milongas-- dijo Alfredo.
San Pedro no conocía. Lo picó la curiosidad, y mandó:
--Cante.
Y Alfredo cantó. Una milonga, dos, cien.
San Pedro quería que aquello no acabara nunca.
La voz de Alfredo, que tanto había hecho vibrar los suelos, estaba haciendo vibrar los cielos.
Entonces Dios, que andaba por ahí pastoreando nubes, paró la oreja.
Y ésa fue la única vez que Dios no supo quién era Dios.


72- Allá en la infancia, Helena se hizo la dormida y se escapó de la cama.
Se vistió de punta en blanco, como si fuera domingo, y con todo sigilo se deslizó hacia el patio y se sentó a descubrir los misterios de la noche de Tucumán.
Sus padres dormían, sus hermanas también.
Ella quería ver cómo crecía la noche, y cómo viajaban la luna y las estrellas. Alguien le había dicho que los astros se mueven, y a veces se caen, y que el cielo va cambiando de color mientras la noche anda.
Aquella noche, noche de la revelación de la noche, Helena miraba sin parpadear. Le dolía el pescuezo, le dolían los ojos, y se estrujaba los párpados y volvía a mirar. Y miró y miró y siguió mirando, y el cielo no cambiaba y la luna y las estrellas continuaban quietas en su sitio.
Le despertaron las luces del amanecer. Helena lagrimeó.
Después, se consoló pensando que a la noche no le gusta que le espíen los secretos.

La noche - los sueños de Helena.

73- Se multiplica la pobreza para multiplicar la riqueza. Se multiplican las armas que custodian esa riqueza, riqueza de poquitos, y que mantienen a raya la pobreza de todos los demás. Y también se multiplica mientras tanto la soledad. Nosotros decimos no a un sistema que no da de comer ni da de amar, que a muchos condena al hambre de comida y a muchos más condena al hambre de abrazos.
Decimos no a la mentira. La cultura dominante que los gran des medios de comunicación irradian en escala universal no invita a confundir el mundo con un supermercado o con una pista de carreras donde el prójimo puede: ser una mercancía o un competidor pero jamás un hermano. Esa mentirosa cultura que curiosamente, especula con el amor humano para arrancarle plusvalía, es en realidad una cultura del desvinculo.

 Nosotros decimos no -  Eduardo Galeano.

74- "La bomba de neutrones, que salva a las cosas y aniquila a la gente, es un perfecto símbolo de nuestro tiempo. Para el asesino sistema que convierte en objetivos militares a las estrellas de la noche, el ser humano no es más que un factor de producción y de consumo y un objeto de uso un tiempo, no más que un recurso económico, y el planeta entero una fuente de renta que debe rendir hasta la última gota de su jugo."
Eduardo Galeano

75- Y los días se echaron a caminar. 
Y ellos, los días, nos hicieron.
Y así fuimos nacidos nosotros, 
los hijos de los días, 
los averiguadores, 
los buscadores de la vida. 
(El Génesis, según los mayas)”


Abril 17
En esta noche de 1906, el tenor Enrico Caruso cantó la ópera Carmen en la sala Tívoli, en la ciudad de San Francisco.
La ovación lo acompañó hasta las puertas del HOTEL Palace.
Poco durmió el maestro del bel canto. Al filo del amanecer, una violenta sacudida lo volteó de la cama.
El terremoto, el peor de toda la historia de California, mató a más de tres mil personas y demolió la mitad de las casas de la ciudad.
Caruso se echó a correr y no se detuvo hasta llegar a Roma.


De Los hijos de los días, Siglo XXI.

76- Diciembre 26



En los tiempos idos, los hijos del sol y las hijas de la luna vivían juntos en el reino africano de Dahomey.
Y juntos vivieron, abrazándose, peleándose, hasta que los dioses los apartaron y los condenaron a la lejanía.
Desde entonces, los hijos del sol son peces en la mar y las hijas de la luna son estrellas en la noche.
Las estrellas del mar no caen del cielo: desde el cielo viajan. Y en las aguas buscan a sus amantes perdidos.


Los hijos de los días, Siglo XXI.

4 comentarios:

  1. No has escatimado tiempo y letras para hacer este merecido homenaje a Galeano, Rossina.
    Te dejo mi felicitación y mi abrazo grande, amiga.
    M.Jesús
    No sé qué ha pasado, pero te siento lejana, muy lejana. Te eché de menos en el poema de mi padre. No obstante,respeto tu libertad y tu silencio.
    M.Jesús

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  2. Mi muy querida Ma Jesús
    Estuvé en Uruguay por la muerte del Maestro y en mi trabajo, plena campaña electoral de Jefe de Gobierno que se vota este domingo. Además fiscalizo. Mesas, capacitaciones... Una locura. Ya volveré y te abrazaré como corresponde.

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  3. Rossina, mi padre murió el 24 de marzo a la 1 de la tarde, hora española. El post lo colgué el día 31 de marzo y he estado en reflexión varios días...Han venido todos los seguidores que conozco y a ti te eché de menos, pero aprendrí a dar un margen de confianza a todos cuando abrí el blog...Y sé que cada cual tiene su tiempo, sus circunstancias y su libertad.
    Te dejo mi abrazo y mi amistad.
    M.Jesús

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  4. 1) Galeano nunca tuvo una nieta llamada Sofía 2) El texto "Un día con mi nieta" refiere a una niña llamada Pilar 3) Ese y otros textos que se le adjudican ("Me cai del mundo" por ejemplo) no son de Galeano 4) Igualmente gracias por difundir al compatriota

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