lunes, 12 de julio de 2010

Mario Levrero, Mauricio Rosencof, Borges en el Coliseo...

Estoy atrapada por "Dejen todo en mis manos", de Mario Levrero, desde su primera página:
"La novela es buena- dijo el Gordo, e hizo una pausa significativa-. Pero...
Podía haberlo imaginado, porque sé desde hace unos cuantos años que mis novelas pertenecen a esa clase, buenas, pero... los críticos se esfuerzan por clasificar mi literatura como pertenciente a tal o cual categoría, pero los editores son más realistas, y unánimes; hay una sola categoría posible para mi litearatura: buena, pero...
Levanté un mano como para detener el tránsito.
-Perfecto-dije-. Ya entendí. Ahorrate el discurso. Eso desde luego no era posible.
El Gordo desde luego debía forzozamente vomitar su discurso culpable, y yo lo debía soportar como forma parte del ser nacional. Hay algo terriblemente culpable en el hecho mismo de ser uruguayo, y por lo tanto nos resulta imposible decir no clara, franca y definitivamente. Es preciso agregar un enorme palabrerío para justificar ese no, siempre y cuando lleguemos a pronunciarlo; más a menudo nos enredamos en transacciones complicadas, viciadas de irrealidad, que suelen conducir a desastres monumentales..."
Su prólogo es del maestro Benedetti y es una joya casi fílmica, hasta la última frase, "tampoco vió ningún mal en dejar su mano y fingir que no se daba cuenta".


Lo escribió en Colonia el 31 de enero de 1993.

Hoy en el Museo Malba, con entrada libre, sus críticos analizarán su obra póstuma "La novela luminosa", digan presente por mí. Esto es una súplica.

"Conversaciones con la alpargata" de Mauricio Rosencof.


..."es un caso singular de poesía carcelaria. Escrita en forma clandestina en un principio, literalmente, "a golpes de nudillo" de pared a pared, en una especie de de sistema morse inventado para comunicarse de un calabozo a otro, después en hojillas de fumar, y salieron escondidos en los dobladillos de la ropa interior, o envueltos en un trozo de plástico en el dobladillo de las camisetas. Un calabozo bajo tierra en Paso de los Toros, un cubículo irrespirable de 1.80 x 0.60, transitado por ratas y la sola vecindad, muro por medio, del Pepe Mujica y el Ñato Fernandez Huidobro. Es la expresión espontánea de que ni las peores condiciones de vida pueden terminar, por sí solas, con las ganas de vivir. Como observa el maestro Benedetti "es curioso confrontar cómo estos angostos, nítidos, poemas, parecen estirarse, alzarse en puntas de pie, cual si intentaran alcanzar por una vez al pujante sol que les está vedado"...

14

El silencio
era un pozo.
Ningún ruido lejano
aleteaba ese día
sin cigarros
ni luz.
Día de muertos.
Unas gotas
cascotearon
el techo frío;
el tiempo
su tiempo,
afuera,
aún latía.

57

Una moneda
de sol
del sol
se ha desprendido.
Pasea por los muros
del cajón.
Gracia, sol
Mi gato
ha sonreído.

61

El amor
dice
es un
parque
lunado
empañado
de rocío
y una mano
leve
en tu mano
buscando
abrigo.

108

¿De qué sustancias
fueron los sueños
amor
que edificamos?
De qué sustancia
amor que flotan
y regresan
y son
por ser soñados.

Desde la ventana...

23

Hay tanta armonía
en el implacable andar
de las bestias zodiacales;
hay tantos Universos imposibles
en su misterioso albedrío,
que es más fabuloso
creer en el azar
que alzar los ojos
y decir
Dios mío


Al ser terminada la versión final de esta obra, Borges dijo: "Me parece que sobre temas que tanto me han obsesionado, este libro es mi testamento"
¿Cuáles son esos temas? Sin duda, algunos de todos los más importantes de toda la obra borgiana: la Divina Comedia, la pesadilla, la Cabala, las mil y una noches, el budismo, la poesía y la ceguera.
Los siete capítulos en que se divide el libro se corresponden con otras tantas conferencias que en los meses de junio y julio de 1977, Jorge Luis Borges ofreciera en el Teatro Coliseo de Buenos Aires.
Cita, entre otras, la primera cuartera de "Alma venturosa", uno de los sonetos de "Las horas doradas", de Leopoldo Lugones, 1922:

Al promediar la tarde de aquel día,
Cuando iba a mi habitual adiós a darte.
Fue una vaga congoja de dejarte
Lo que me hizo saber que te quería.

Los escucho, los leo, y espero sus devoluciones, o creaciones propias por mail, o a través de este espacio.
Clickeando sobre "Siete noches" obtienen un interesante enlace.

2 comentarios:

  1. BUENO ROCHIS CUANTAS COSAS LINDAS NOS DEJA POR ACA!!!!!!!!!!! VOY A TENER EN CUENTA SUS RECOMENDACIONES

    SALUDOS

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  2. Bueno Rochitas, vine y me quedo.
    Hay mucho acá.
    Ya estás en mis marcadores.
    Gracias por pasar por allá.
    Un beso.
    Santi

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