Hace 1 día
martes, 4 de octubre de 2011
Alejandra Pizarnik y Olga Orozco
Tiempo
A Olga Orozco
Yo no sé de la infancia
más que un miedo luminoso
y una mano que me arrastra
a mi otra orilla.
Mi infancia y su perfume
a pájaro acariciado.
Homenaje a Alejandra Pizarnik por Olga Orozco
Pavana del hoy para una infanta que amo y lloro
A Alejandra Pizarnik
Pequeña centinela,
caes una vez más por la ranura de la noche
sin más armas que los ojos abiertos y el terror
contra los invasores insolubles en el papel en blanco.
Ellos eran legión.
Legión encarnizada era su nombre
y se multiplicaban a medida que tú te destejías hasta el último hilván,
arrinconándote contra las telarañas voraces de la nada.
El que cierra los ojos se convierte en morada de todo el universo.
El que los abre traza las fronteras y permanece a la intemperie.
El que pisa la raya no encuentra su lugar.
Insomnios como túneles para probar la inconsistencia de toda realidad;
noches y noches perforadas por una sola bala que te incrusta en lo
oscuro,
y el mismo ensayo de reconocerte al despertar en la memoria de la
muerte:
esa perversa tentación,
ese ángel adorable con hocico de cerdo.
¿Quién habló de conjuros para contrarrestar la herida del propio
nacimiento?
¿Quién habló de sobornos para los emisarios del propio porvenir?
Sólo había un jardín: en el fondo de todo hay un jardín
donde se abre la flor azul del sueño de Novalis.
Flor cruel, flor vampira,
más alevosa que la trampa oculta en la felpa del muro
y que jamás se alcanza sin dejar la cabeza o el resto de la sangre en el
umbral.
Pero tú te inclinabas igual para cortarla donde no hacías pie,
abismos hacia adentro.
Intentabas trocarla por la criatura hambrienta que te deshabitaba.
Erigías pequeños castillos devoradores en su honor;
te vestías de plumas desprendidas de la hoguera de todo posible paraíso;
amaestrabas animalitos peligrosos para roer los puentes de la salvación;
te perdías igual que la mendiga en el delirio de los lobos;
te probabas lenguajes como ácidos, como tentáculos,
como lazos en manos del estrangulador.
¡Ah los estragos de la poesía cortándote las venas con el filo del alba,
y esos labios exangües sorbiendo los venenos de la inanidad de la
palabra!
Y de pronto no hay más.
Se rompieron los frascos.
Se astillaron las luces y los lápices.
Se degarró el papel con la desgarradura que te desliza en otro
laberinto.
Todas las puertas son para salir.
Ya todo es el revés de los espejos.
Pequeña pasajera,
sola con tu alcancía de visiones
y el mismo insoportable desamparo debajo de los pies:
sin duda estás clamando por pasar con tus voces de ahogada,
sin duda te detiene tu propia inmensa sombra que aún te sobrevuela en
busca de otra,
o tiemblas frente a un insecto que cubre con sus membranas todo el caos,
o te adrementa el mar que cabe desde tu lado en esta lágrima.
Pero otra vez te digo,
ahora que el silencio te envuelve por dos veces en sus alas como un
manto:
en el fondo de todo jardín hay un jardín.
Ahí está tu jardín,
Talita cumi.
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Te agradezco por esto. Los leo a todos gracias por estas obras exquisitas.
ResponderEliminarqué capacidad de descripciones la Orozco... es para leerlo de a poquito, gustando cada palabra.
ResponderEliminarMe tomé el trabajo de degustar, de a poco, sabiendo que la salitre arderá y que el azúcar aliviará con su dulzor. Gracias por este contrapunto de homenajes, que despliegan a la poesía como un escenario digno de ser vivido. Besos.
ResponderEliminarRossina,impresionante homenaje a Alejandra por parte de Cortázar y Olga Orozco.Cómo indagan en su interior,en su constancia,en su fantasía,en su mundo único,atenazado y ciertamente arrinconado por esta realidad materialista.Su lucha de "ojos abiertos"contra la inconsistencia de lo aparente y lo absurdo,que como abismos,la probaban una y otra vez.
ResponderEliminarSin duda alguna,el mundo de las letras nos lleva por derroteros insospechados,manejamos la palabra y ésta nos sorprende y nos enfrenta a nuevas perspectivas y visiones...
Te agradezco el comentario.Es cierto que la filosofía de los clásicos me templó el alma y fué matizando mis nostalgias.Las letras se encargaron de sorprenderme con sus reflejos "divinos"impulsándome a la creación.
Te dejo mi felicitación por estas cartas y poemas realmente profundos y trascendentes.Mi abrazo inmenso y mi ánimo,amiga.
M.Jesús
Los extremos, los bordes en la cordura de una persona son exquisitos manjares para la poesía o las letras en general, aquí la desesperación de Alejandra hace en la inspiración de Olga una obra de arte ¡Me encantó! Y las palabras de Alejandra son de una gratitud que estremece.
ResponderEliminarUn homenaje, por lo demás, de lo más merecido.
ResponderEliminarRaúl
El alma difusa.
Rossina
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog y dejar tu comentario, me encantan ambas, Alejandra y Olga.
Hermoso y sentido.
Un abrazo.
alejandra,
ResponderEliminarmuerta por el
mundo
por las
palabras
por el
desamor
el poema de orozco es arrollador
mil besos*
Me encantó. Gracias por haberme mandado aquí. Primero pensé:"No me concentraré para leerlo" pero sí pude y me gustó. Creo que me voy a animar a leer este blog que me parece que debe ser maravilloso.
ResponderEliminarGracias otra vez.
bellos, contundentes, necesarios.
ResponderEliminarBeso