miércoles, 18 de febrero de 2015

Borges a Leopoldo Lugones


A Leopoldo Lugones


Los rumores de la plaza quedan atrás y entro en la Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conservado mágicamente. A izquierda y a derecha, absortos en su lúcido sueño, se perfilan los rostros momentáneos de los lectores, a la luz de las lámparas estudiosas, como en la hipálage de Milton. Recuerdo haber recordado ya esa figura, en este lugar, y después aquel otro epíteto que también define por el contorno, el árido camello del Lunario, y después aquel hexámetro de la Eneida, que maneja y supera el mismo artificio:

          Ibant obscuri sola sub nocte per umbram.

Estas reflexiones me dejan en la puerta de su despacho. Entro; cambiamos unas cuantas convencionales y cordiales palabras y le doy este libro. Si no me engaño, usted no me malquería, Lugones, y le hubiera gustado que le gustara algún trabajo mío. Ello no ocurrió nunca, pero esta vez usted vuelve las páginas y lee con aprobación algún verso, acaso porque en él ha reconocido su propia voz, acaso porque la práctica deficiente le importa menos que la sana teoría.

En este punto se deshace mi sueño, como el agua en el agua. La vasta biblioteca que me rodea está en la calle México, no en la calle Rodríguez Peña, y usted, Lugones, se mató a principios del treinta y ocho. Mi vanidad y mi nostalgia han armado una escena imposible. Así será (me digo) pero mañana yo también habré muerto y se confundirán nuestros tiempos y la cronología se perderá en un orbe de símbolos y de algún modo será justo afirmar que yo le he traído este libro y que usted lo ha aceptado.

J.L.B.

Buenos Aires, 9 de agosto de 1960.


1 comentario:

  1. Pero, qué sorpresa me has dado Rochies...!! Tengo que aclararte algo, el año pasado en diciembre tuve que renovar la cuenta del blog, porque intentaron quitármelo y perdí todos los blogs del escritorio, que he recuperado poco a poco...Recuerdo seguir este blog, pero no sabía que Rossina y tu sois la misma persona...Me alegro mucho de recuperar tu blog, ahora me suscribo de nuevo...Este blog está apuntado dentro de mi blog, pero los blogs que sigo son los del escritorio, donde veo las publicaciones...Ufff, Rosina-Rochies, te veo en la pizarra, dando clases y enamorada de la literatura...Cuánto me alegro de recuperarte...¿porqué nunca me has dicho que sois la misma persona...?Ahora leeré algunas entradas, qué maravilla y yo sin saberlo...(sonrío) Este post de Borges me ha encantado, voy a ver el anterior de Bécquer...Te dejo mi abrazo grande, te diré...Que nunca olvidé a Rosina, aunque no sabía que eras tú, Rochies...Gracias por decírmelo...Los días 18 de cada mes son muy especiales para mi, porque suman 9 y ese número me encanta...Hasta pronto Rochies-Rosina.
    M.Jesús

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