Desde mis ventanas
despierta el día
me despierta
¿quién pinta la belleza
de mis cielos?
las golondrinas
danzan
rozando los colores
las mariposas
aspiran aromas
de acuarelas
el rosal
insinúa el estallido
de sus pétalos
y vestido de negro
el mirlo es un tenor
oculto entre los álamos
... en la distancia
el mar aún
acuna sus azules
y me despierta la magia
la luz,
el desconcierto,
y el asombro,
traspasa mi mirada
¿quien pinta la belleza de la vida?
¿quién escribe el pentagrama
donde nace la música del día?
Dímelo poeta
sólo tú lo sabes.
*Beatriz*
Bellisimo este poeta, es como un canto a cada amanecer.
ResponderEliminarBesos.
gracias San, por tus palabras.
ResponderEliminarYa le aviso a Mario que se olvidó de tí.
ResponderEliminarNo me olvido, tarde o temprano vengo por aquí...que poema tan esencial! Parte del asombro, de la perplejidad, de la respiración inaugural de la mañana. Surge la pregunta, las preguntas. Y entonces, la respuesta, acierta Beatriz a adivinar, es el mismo poema, la musical realidad de un conglomerado de palabras. Nombra mirlos, álamos, golondrinas. Sabe de ellos. Su realidad en movimiento, su misterio, su esencia. Su condición de seres y palabras fascinantes. Tan sencillo como sublime.
ResponderEliminarMario, presiento tus pasos, los oigo, porque con ellos llegan tus palabras, y ellas, tus palabras son el sonido de tu sensibilidad...Un abrazo y gracias por tu generosidad para con mis letras
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